Caracas.- Los montos para la constitución de sociedades mercantiles en Venezuela tienen nuevos precios desde hace unos días.
Según informó el Servicio Autónomo de Registros y Notarías (Saren), el costo de instalar una empresa nueva oscila entre Bs. 40 millones y Bs. 1.000 millones.
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Todo dependerá del tipo de negocio o emprendimiento y en qué segmento de la economía desarrollará sus actividades.
Las cantidades más pequeñas con las que deben contar los emprendedores se relacionan con asesorías y firmas personales y los máximos con empresas que aspiren a trabajar en el sector petrolero del país.
También hay altas exigencias de capital para los que quieran desarrollar actividades en el arco minero: 450 millones de bolívares.
Los socios de una arepera o una venta de comida rápida tienen que contar con Bs. 100 millones para poder arrancar operaciones. Una nueva pizzería representa Bs. 273 millones. Una venta de celulares y sus accesorios está en Bs. 280 millones. Las peluquerías, barberías y perfumerías se inician con Bs. 80 millones.
Del registro de una firma personal
Y si se trata de registrar una firma personal, la cifra se ubica en Bs. 68 millones 400.000 bolívares. Esta misma cifra debe tener una nueva bodega. Para el desarrollo de lo que el Saren llama “actividades de intelecto y asesorías” hay que tener en caja Bs. 40 millones.
“En los gremios empresariales estamos analizando la situación de estos nuevos montos que se exigen para registrar un negocio. Son extremadamente altos y no se corresponden con la realidad económica de un país cuya economía está en depresión e hiperinflación”.
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Así lo dijo a El Pitazo el presidente de Consecomercio, Felipe Capozzolo, quien añadió que no es solo el colocar trabas a los emprendedores.
“La presión del gobierno va hacia los negocios ya constituidos, pues los impuestos que se nos cobran y que estamos en la obligación de pagar están subiendo demasiado. Los municipales se han incrementado en 20.000 %”.
Expresó que los impuestos municipales se deben pagar en petro, “la pretendida criptodivisa del gobierno.
«Esta no es una criptomoneda y además su valor está anclado al precio del petróleo, el cual es fluctuante. Esto indica que los impuestos municipales se tendrían que calcular y pagar a diversos precios, esto no tiene lógica de ningún tipo. Toda esta carga que se pretende trasladar a los comerciantes hace que o cierren los negocios o se vayan al sector informal. Así no se construye un país”.
-¿Qué pretende el gobierno de Maduro con estas políticas?
-No entendemos la lógica de estas políticas. Lo que sí está claro es que el estado petrolero murió, pues la producción de crudo en el país es muy modesta de apenas 700.000 barriles por día. Ya no hay tanto dinero como antes y el Estado quiere vivir de la gente que debe pagar impuestos altísimos para aportar flujo de caja al ejecutivo.
Insistió el dirigente empresarial en que “estas exigencias atentan contra la sustentabilidad de los comercios, desde los pequeños, medianos y grandes, y evitan que haya nuevos emprendimientos.
«El riesgo de que muchos negocios desaparezcan es enorme o, en todo caso, que migren hacia el sector informal, donde no hay posibilidad de cobrar impuestos”, agregó.
Dijo Capozzolo que en algunos casos “hay alícuotas locas” y que la presión fiscal sobre los empresarios es “muy agresiva”.
-¿Ha habido alguna reunión formal con autoridades nacionales o municipales sobre estos temas?
-No, ninguna. Nosotros estamos dispuestos a conversar con autoridades municipales para explicar la inviabilidad de las medidas que se quieren imponer en un país en recesión desde hace bastante tiempo.
Informó que en Fedecámaras, Conindustria y Consecomercio “estamos alineados para trabajar en pro del empresariado y de la creación de puestos de empleos. Tenemos propuestas para mejorar la situación actual y las queremos debatir con los responsables de las políticas públicas”.
El atraso como política
Para el expresidente de Fedecámaras, Carlos Larrazábal, las nuevas tarifas que impuso el Saren para iniciar un nuevo negocio o emprendimiento “son exageradas y en nada ayudan a la creación de empresas en Venezuela.
«Montar una peluquería o lunchería, que son negocios pequeños, cuesta muchos millones de bolívares en la Venezuela de 2019. Esto potencia la informalidad, pues nadie podrá pagar tanto dinero por un emprendimiento”.
Informó a El Pitazo que “al final del día se tendrá una economía menos formalizada y, de paso, los empresarios deben enfrentar las fallas de los servicios públicos, como los constantes cortes de agua, luz e Internet para mantener un negocio abierto. Estas son condiciones muy adversas para trabajar”.
Finalmente, dijo que “la tendencia en Latinoamérica y el mundo es facilitar procesos para hacer negocios y acá en Venezuela vamos en contra de la de la tendencia. En este instante, el emprender aquí es prácticamente imposible”.
Datos de Venezuela
Cifras de Fedecámaras señalan que en 1998, cuando llega el chavismo al poder, había 620.000 empresas trabajando en Venezuela. En 20 años de gobierno han cerrado sus puertas 370.000. Para julio de 2019 quedan abiertas unas 250.000, entre grandes, medianas y pequeñas.
Según un estudio del Banco Mundial, el Doing Bussines, para abrir una nueva empresa en Venezuela hace falta invertir 230 días, con al menos 20 trámites que hacer ante entes públicos.
Este estudio ofrece los datos más recientes del clima de negocios en el mundo y su última versión es de mayo de 2018. Coloca a Venezuela en el lugar 188 de 190, en el ranking “facilidad en abrir una empresa”. Los dos últimos puestos son de Eritrea y Etiopía.
Y el líder en cuanto a tiempo y condiciones para iniciar una empresa en el mundo es Nueva Zelanda. Con un solo trámite y en medio día se finiquita un nuevo negocio. Singapur, Dinamarca y la exrepública socialista de Georgia acompañan a Nueva Zelanda en los primeros lugares del ranking.
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