Black Friday desafió la pandemia e hiperinflación con descuentos en comercios

Caracas.- El Black Friday se adelantó a este viernes 20 de noviembre en Venezuela. Con el atractivo de las ofertas y descuentos, cientos de venezolanos acudieron a centros comerciales en Caracas para aventajar a la hiperinflación y desafiar la pandemia por el COVID-19, por la que ya se han reportado, según cifras oficiales, casi 100.000 casos del virus. 

Se trata así del segundo año en el que las tiendas venezolanas realizan el “viernes negro”, una tradición en los Estados Unidos que se ha extendido a muchos otros países. Pero en Venezuela, cuya economía ha sufrido los embates de siete años en recesión, este 2020 la fecha se ha convertido en la oportunidad para que los comerciantes puedan intentar recuperarse de las pérdidas este año, debido a nueve meses de confinamiento por orden del Ejecutivo. 

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Desde las 7:00 am, los establecimientos y centros comerciales empezaron a abrir sus puertas para recibir la demanda de compradores. Cuatro puestos de control de temperatura y lavado de manos con gel antibacterial fueron dispuestos a la entrada del C.C. El Sambil, la cadena más grande del país, como parte de las normas de bioseguridad adoptadas por el mall caraqueño. 

Mientras tanto, un equipo de trabajadores, con carteles con el ícono de un rostro con una mascarilla, fueron desplegados para vigilar el uso correcto de los tapabocas. Pese a que el aforo fue menor que en 2019, gerentes destacaron la alta participación de personas en medio de la pandemia.

La venta de ropa y calzado se posicionó como la prioridad para los clientes, que permanecían en largas filas en los pasillos para entrar en las tiendas. Las personas llevaban puestos sus tapabocas, pero en varias colas no se respetaba la distancia de más de un metro que se requiere como medida de seguridad.

“Vine para buscar los ‘estrenos’ de diciembre para mis hijas. Ya vi algunas ofertas de zapatos entre 10 y 15 dólares que días atrás estaban en 35 dólares”, dijo a El Pitazo Silvia Contreras, de 53 años, quien trabaja como asistente odontológica y vive en la parroquia Petare, al este de Caracas.

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Aun con las significativas rebajas del Black Friday, muchos productos son inalcanzables para gran parte de la población del país, cuando ocho de cada diez venezolanos viven en condiciones de pobreza, según la radiografía social expuesta en la encuesta Encovi 2019-2020. Por otro lado, el incesante ritmo de la inflación y la devaluación del bolívar han llevado al salario mínimo y el bono de alimentación que lo acompaña a ser un marcador con inexistente poder de compra, pues hoy en día apenas equivale a poco más de un dólar al mes. 

Entre los locales del Sambil y comercios en zonas de Sabana Grande y Chacaíto, las ofertas oscilaban entre 30% y 50%, aunque también se observaron tiendas con rebajas de 80% y 85%, donde los precios se ofrecen en dólares o al cambio del día. En Venezuela cada vez es más común fijar los precios en dólares, ante la debilidad de la moneda local, desplazado en más de la mitad de las transacciones comerciales que se realizan a diario en el país.

“Este día es casi un auxilio para nosotros los comerciantes después de meses sin poder producir. Esperamos poder obtener algo de flujo de caja, salir de mercancía que no habíamos podido vender y así renovar nuestros inventarios”, comentó el gerente de una tienda de ropa deportiva. 

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Con la relajación de los controles, también han aumentado los pagos en divisas de alimentos, ropa y electrodomésticos, entre otros bienes. En Venezuela cada vez es más común fijar los precios en dólares, ante la debilidad del bolívar, desplazado en gran parte de las transacciones que se hacen en el país. De acuerdo con la firma Ecoanalítica, en las principales ciudades del país más del 60% de las transacciones son en moneda extranjera.

Actualmente, el gobierno de Maduro mantiene un esquema de flexibilización parcial conocido como “7+7”, que consiste en una semana de cierre comercial, salvo supermercados, farmacias y otros establecimientos esenciales, seguida por otra en la que tiendas, parques y balnearios pueden recibir personas.

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