Caracas.- La karateca venezolana, Claudymar Garcés, se despidió el viernes, 6 de agosto, en horas de la madrugada, de los Juegos Olímpicos Tokyo 2020, luego de dos victorias y dos derrotas que no le permitieron pasar de la primera fase. Aunque no ganó una medalla, sí obtuvo un diploma, que entre lágrimas le dedicó a su abuela muerta y a su natal Puerto Cabello, en Carabobo.
Consideró un honor irse con un diploma olímpico «la primera y última vez que el karate va a estar (en unas Olimpiadas)». Admitió que «es bastante emotivo porque hace una semana mi abuelita murió y realmente no tenía muchísimas ganas de venir acá y ella me ha dado las fuerzas para estar aquí y se lo quiero dedicar a ella, que la amo, que me disculpe que no le llevé una medalla, pero le llevé un diploma».
Claudymar, que estaba en la categoría de los 61 kilogramos, agradeció el apoyo de su gente en Puerto Cabello, ciudad donde pusieron una pantalla gigante para para apoyarla en Tokyo 2020: «gracias, los amo y esto es para ustedes».
Aseguró que la competencia no fue sencilla: «Teníamos que salir a matar … era ganar o ganar … ganarle a la japonesa en casa es algo complicado y gracias a Dios se me dio».
Descontenta con los resultados
La joven de 22 años sostuvo que dejó su corazón en el tatami (área de competencia) «y quedarme a un punto de la medalla olímpica me duele mucho … siento que no quedó de mi y no solo lo vi yo, sino el mundo entero», comentó en su cuenta de Instagram.
Agregó que se siente muy feliz por ocupar el 5to lugar de la competición y obtener un diploma olímpico histórico para el karate venezolano.