Caracas. «Guillermo Moscoso y Osmer Morales, que serán abridores, salieron positivos (en la prueba del COVID-19), pero igual van a abrir sus juegos; pero el resto de los equipos, si la prueba no la hacen ellos, no vale; Bravos y Magallanes suspendieron por los pocos días de práctica, por los casos y por los resultados que no están listos (..) un desastre», contó a El Pitazo un jugador que solicitó resguardar su nombre.
El pelotero espera los resultados de la prueba diagnóstica la próxima semana, pero señaló que, de no observar mejoras en el protocolo de bioseguridad, abandonará la temporada de beisbol profesional venezolano, que fue inaugurada el viernes 27 de noviembre.
«Uno lo hizo (jugar la temporada) por emparejar el año con el dinero a devengar y por el amor que uno le tiene al juego, pero así es casi imposible trabajar (…) A los peloteros que han dado positivo en Caracas (los de Tiburones y Leones), los mandaron al hotel Ávila, que, me cuentan, está sin sábanas en las camas. Y la comida es infame», añadió.
El pelotero enumeró una serie de hechos que considera atentan contra la temporada:
1-«Se practicó una semana sin realizar un sola prueba (del COVID 19)»
2- «Tiburones tiene 14 casos y siguen esperando más resultados, que aún no están disponibles».
3- «Algunos que salieron positivos se repitieron la prueba por su cuenta y salieron negativos al siguiente día».
4- «La liga y el gobierno dispusieron del hotel Ávila, en San Bernardino, el cual no tiene ni sábanas ni almohadas. Los equipos están corriendo para conseguir básico a sus peloteros».
5- «Varios peloteros ya han desistido de jugar y se fueron a sus casas«.
6- «Los jugadores que dieron positivo y que viven en Caracas pueden aislarse en sus casas, y compran sus medicinas«.
7- «Equipos del gobierno como Aragua y Magallanes violando a su antojo los protocolos de bioseguridad».
Otro fuente cercana a la liga de beisbol profesional venezolano dijo no entender cómo no estaba listo el protocolo que se sigue después de las pruebas diagnosticas, como hoteles, comida y el resto de la logística.
«Dinero hay, te lo digo con propiedad, los salarios de jugadores y staff están por encima de lo esperado, por eso yo acepté luego de sugerir y preguntar por lo de salud», afirmó.
Aseguró además que uno de los casos positivos es el groundkeper (encargado de cuidar el campo de juego) de la UCV. «No quiere irse a ningún hotel y lo fue a buscar la Fuerza de Acciones Especiales (Faes). Imaginé usted semejante protocolo (..) quedamos impactados. Para colmo, pretenden meter 30% de público en unos días», apuntó.
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