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lunes, 29 abril, 2024

COVID-19 mueve tradiciones de la piedad popular católica

Las salidas del Nazareno en Caracas, la Divina Pastora en Barquisimeto y hasta La Espada de San Miguel en Italia son signos que la Iglesia ha permitido para renovar la fe del pueblo creyente. El pasado Domingo de Resurrección América fue consagrada a la virgen de Guadalupe

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Los fieles de la Iglesia católica pocas veces han sido testigos de las expresiones extraordinarias de la tradiciones, ya sea la procesión de santos, la bendición Urbi et Orbi o de la consagración de una región a una virgen para proteger al pueblo, sin embargo, con la llegada del COVID-19, la necesidad de acudir a Dios y a los santos ha incrementado en los devotos la petición de estar a salvo de la pandemia.

Foto: Cortesía

Urbi et Orbi» extraordinario

El Papa Francisco realizó el viernes 27 de marzo, desde la Basílica de San Pedro, la Bendición Urbi et Orbi, para unirse en oración por el cese del coronavirus como pandemia que aqueja al mundo y que ha cobrado con la muerte a más de un millón y medio de personas.

Esta bendición papal la imparte el pontífice desde la Basílica de San Pedro el día de su elección al salir del cónclave donde es electo, luego dos veces al año: el Día de la Natividad, 25 de diciembre y el Domingo de Resurrección, para abrir el Tiempo de Pascua.

Espada a la batalla

Una de las devociones más arraigadas en la cristiandad es hacia los arcángeles. En súplica al Arcángel Miguel, cuyo nombre significa ¿Quién como Dios?, fue sacada La Espada el pasado 5 de abril para que defienda al mundo de la epidemia del coronavirus, del Santuario San Michele Arcangelo, en Apulia, Italia.

Es tradición que cada 29 de septiembre, con motivo de la fiesta del santo patrono, se saque en procesión por las calles. Hasta ahora, esa piedad popular ha sido interrumpida dos veces ante dificultades históricas, la primera ocurrió en 1654, año de la plaga del siglo XVII y ahora por el COVID-19.

Foto: Andrés Rodríguez

Nazareno rompe cuarentena

Es costumbre que los devotos al Nazareno de San Pablo se encontraran en la Basílica de Santa Teresa de Caracas cada Miércoles Santo para agradecer o pedirle un favor, sin embargo debido a la cuarentena que se vive en el país desde hace un mes, la Iglesia venezolana decidió subirlo al «papamóvil« y llevarlo por las parroquias de la Arquidiócesis de Caracas, en un recorrido de aproximadamente siete horas.

Esta es la tercera vez que la imagen de Cristo con la cruz a cuesta sale para dar un mensaje a los creyentes. La primera fue en 1696 cuando en procesión, en la esquina de Miracielos, se enredó la cruz con una mata de limón y se le atribuyó el milagro de encontrar en el fruto de esta mata, la cura que salvó a la población enferma de la peste negra.

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Este año se cumplieron 20 años de la última peregrinación en el papamóvil del Nazareno, con motivo del Jubileo de 2000. Recorrió toda la zona metropolitana de Caracas y pernoctó en cinco parroquias eclesiásticas en los diferentes puntos de la geografía capital. Es esta ocasión, y por la reciente tragedia de 1999 en Vargas con el deslave, la imagen fue bajada hasta La Guaira.

Foto: Cortesía El Impulso

La Pastora en ruedas

El domingo 12 de abril, la Divina Pastora salió a recorrer las principales calles y avenidas de Barquisimeto en el pastoramóvil para interceder por el fin de la pandemia de coronavirus en el mundo.

La patrona del estado Lara, segunda devoción mariana más grande de Latinoamérica, fue ataviada con un vestido blanco y azul, que según explicaron representantes eclesiásticos de la entidad, hace alusión a la resurrección de Jesucristo, dicha prenda fue donada por un devoto.

Esta es la tercera vez que la virgen sale en procesión en una fecha distinta a la tradicional caminata del 14 de Enero; la primera ocurrió en 1856, cuando recorrió la ciudad para pedir por el cese del cólera y la segunda en junio de 2018, cuando fue sacada vestida de blanco en petición por la solución de la crisis en Venezuela.

Foto: Cortesía

Guadalupe de América

El Domingo de Ramos, la Iglesia católica desde la Basílica de Guadalupe, consagró a América Latina a la virgen de Guadalupe como intercesora, esta vez para que finalice la pandemia del COVID-19.

Este acto del pasado Domingo de Resurrección, es la quinta vez que se pide su intercesión ante una situación que pone en riesgo la vida de su pueblo, dos de ellas han sido a causa de una pandemia.

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