Los tapabocas que se agotaron antes de empezar la cuarentena, ahora son un requisito indispensable (exigido por las autoridades) para poder usar el transporte público o entrar en locales para surtir sus casas con comida.
En vista de esta situación, cinco marcas de diseño venezolano comenzaron a elaborar tapabocas hechos en tela, con el objetivo de donarlos a trabajadores del sector salud, niños, adultos mayores o quienes los necesiten.
Yenny Bastida
El atelier de Yenny Bastida, diseñadora, se encuentra en el municipio Bruzual del estado Yaracuy, uno de los más desfavorecidos. Ahí, las autoridades han sido estrictas en cuanto al uso de los tapabocas para salir de casa.
Sin embargo, no han sido claras con respecto al uso correcto del tapabocas. Bastida explica que es normal ver a personas usando tapabocas sucios, sin respetar medidas básicas de higiene. Cuenta, incluso, que su madre llegó a ver a un hombre tapándose la boca con un pote de mantequilla. También usan franelas amarradas a la cara, o bufandas.
En el municipio venden las mascarillas en Bs. 70.000, precio que para esa población resulta algo costoso. Por eso, en su taller ha decidido elaborar tapabocas con retazos de tela. En dos días ha producido 240, y la meta es llegar a 500 para donar a quienes los necesiten.
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“Estas mascarillas no son hipoalergénicas, no van a inmunizar del virus, pero se hacen pensando en la gente que no tiene tapabocas y que necesita salir a trabajar o comprar comida”, explica la diseñadora.
Bastida también posee un proyecto de acción social llamado #PuntadasParaElFuturo, y que funciona con los hijos de sus empleadas en el taller. La marca paga el colegio de los niños, además de contratar a una maestra que refuerza el contenido antes o después de clases y asegurar el alimento diario de ellos y de sus madres de lunes a viernes.
El proceso de elaboración de las mascarillas se encuentra en las historias destacadas de su cuenta de Instagram con el nombre “Stay at home” (“quédate en casa” en inglés)
Tizana Modas
La diseñadora detrás de esta marca es Laura Rodríguez, residente en Caracas y cuyo taller se encuentra en Cabudare, estado Lara. Hasta el momento han entregado más de 100 mascarillas a doctores, enfermeras y adultos mayores de la comunidad.
Rodríguez explica que la escasez de gasolina y las fallas en el servicio eléctrico han dificultado la elaboración y el envío de los tapabocas. Relata también que, después de que dictaron la cuarentena, ninguna casa de envío en Barquisimeto está funcionando.
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Con un racionamiento de luz de 3 horas diarias, sin agua ni gasolina la elaboración de los tapabocas ha sido más difícil, pero han logrado cumplir con éxito las entregas. Sin embargo, solicitan a la comunidad cercana donativos de tela POP, perlón, tela de algodón y goma para continuar con la fábrica.
Costura en movimiento
Dos marcas de Instagram (Karla Tovar de @costuraenmovimiento y Heizel Patiño de @ropasagrada) decidieron unir fuerzas para elaborar tapabocas ecológicos y donarlos tanto a hospitales como a personas que no tengan la capacidad económica para adquirirlos. Para alentar a sus seguidores, han explicado que pueden ayudar de dos maneras: una de ellas es enviando retazos de telas con alto porcentaje de algodón o, en su defecto, con bajo contenido de poliéster. La otra es alentando a costureros y diseñadores a unirse a la causa, que promueven con la etiqueta #QuedateEnCasaConProposito.
Solicitan material para culminar un pedido de 70 tapabocas que ha solicitado la Alcaldía de Baruta, y de 100 que donará al programa de juventud prolongada de la Alcaldía de Chacao. A través de las redes sociales, consiguieron que una costurera de Turmero apoyara con 500 tapabocas el comedor de Ricardo Martins, que asegura alimentación para niños y que cuenta con servicio médico, odontológico y emocional.
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Tovar y Patiño han realizado una base de datos de marcas y particulares que han apoyado con las donaciones. Las personas que contacten con ellos a través de redes sociales pueden ir a buscarlos en su taller. Ya no hacen donaciones a particulares, ya que descubrieron que algunos solicitantes pedían los tapabocas y posteriormente los revendían.
En sus cuentas también publican contenidos sobre cómo quitar correctamente los tapabocas y cómo lavarlos si son de tela. También envían el patrón a quienes lo soliciten para hacerlos en casa con o sin máquina de coser.
Lileos Shop
Libia Torrealba, diseñadora de modas y responsable de la marca Lileos Shop también se ha unido a la causa y elabora tapabocas en tela POP desde San Diego, en el estado Carabobo. Los 20 que ha elaborado hasta ahora han sido distribuidos en casas donde hay adultos mayores.
Los envíos los realiza personalmente en su moto y en zonas cercanas. Su única limitante es conseguir la gasolina necesaria para surtir su vehículo y continuar con las entregas.
Los interesados en solicitar uno o en donar material pueden hacerlo a través del 0424.142.7043. La marca también pide apoyo con el envío y distribución de los mismos.
Gwendoline Store
Con sede en Michelena, estado Táchira, Wendy Camero ha entregado alrededor de 50 tapabocas en la comunidad a través de su marca, Gwendoline Shop. A través del número que se encuentra en su perfil de Instagram, quienes los soliciten pueden hacer el pedido o donar retazos de telas, cinta elástica, hilos o los materiales que cada quien pueda donar.
En el sector, al igual que en muchas partes del país, conseguir un tapabocas es harto difícil y costoso. Para ganarle terreno a los revendedores, la marca decidió que lo mejor era fabricar para donar a niños, adultos y personas mayores que en verdad los necesiten.
Importante recordar
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sido determinante en cuanto a que el uso de mascarillas debe estar reservado única y exclusivamente para quienes trabajan en el sector sanitario, para los enfermos de COVID-19 o para quienes están cuidando a un contagiado.
Sin embargo, el gobierno de Venezuela ha ordenado el uso obligatorio de tapabocas para ir a sitios públicos y hacer uso de medios de transporte.
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