Caracas.- Si el verbo se hizo carne, ¿qué ocurrió con el silencio? En un mundo que se mueve al ritmo de sonidos y ruidos de todo tipo, la ausencia de este es poco habitual e incómoda. El sonido es todo, el silencio es nada. Pero si el blanco, en términos de luz, es la superposición de todos los colores y el negro es su antónimo, quiere decir que hasta la ausencia de algo puede representarse de manera corpórea y tangible.
Sobre este principio, el artista Aureliano Parra (1980) presenta «Desde el silencio», una exposición que cuenta con la curaduría de María Luz Cárdenas y cuya inauguración está prevista para el domingo 17 de febrero en la galería D’Museo, en el Centro de Arte Los Galpones.
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«Desde el silencio» implica el regreso de Parra al trabajo con el papel que lo caracterizó en sus inicios. En ese sentido el artista ofrece una reinterpretación de dos libros cuyas palabras sustrajo con precisión milimétrica, creando así pequeñas filigranas. Vaciados de palabras, cada libro cobra un significado distinto, como Vanguardia, transvanguardia y metavanguardia, del crítico de arte Víctor Guédez. El libro adquiere la cualidad de objeto, y donde antes había palabras, ahora hay luz que se cuela entre las rendijas, entre las páginas. El color, la luz se hacen presentes. Sin decir nada, se dice todo.
Pero la obra que se lleva la atención del expectador -y la más importante, según la curadora- es «Catarsis», en la que Parra repite el procedimiento con las 700 páginas y con las palabras recortadas del libro «No hay silencio que no termine», de Ingrid Betancourt, ahora convertidas en seis cortinas de papel donde la palabra ausente cobra un valor distinto y contundente. Sobre «Catarsis», Parra afirma que su proceso creativo comenzó con un problema familiar que lo llevó a pasar un largo tiempo en casa. Recordó, entonces, el libro que Betancourt escribió para desahogar sobre su largo cautiverio en la guerrilla, que resultó en la propia catarsis del artista sobre el complejo contexto socio-político venezolano, la crisis y la violencia.
«Desde el silencio» también presenta una versión renovada de las redes cromáticas que han caracterizado la obra del artista, con la diferencia de que ahora están elaboradas en aluminio cortado y pintado en tres caras. «Estas redes dialogan con el papel desde la espiritualidad, lo místico. Para ello escogí la monocromía», comenta Parra haciendo referencia al concepto de dos piezas en particular: «Reflexiones sobre Mark Rothko», que consiste en una serie de piezas de metal pintado en distintos tonos de rojo y que rinden homenaje al artista de origen americano, caracterizado por sus grandes lienzos en color tierra, rojo y amarillo. También reflexiona sobre el artista Yves Klein, el creador del legendario color azul que lleva su apellido, con un enjambre metálico que juega con una paleta de colores fríos que va desde el púrpura hasta el cyan.
«Desde el silencio» se inaugura el 17 de febrero de 2019 en la Galería D’Museo, ubicada en el Centro de Arte Los Galpones. El horario de visita es de martes a sábado, de 10:00 a. m. a 6:00 p. m., y los domingos, de 11:00 a. m. a 4:00 p. m. La entrada es libre.
Sobre el artista
Licenciado en Artes Plásticas, mención Pintura, del Instituto Universitario de Estudios Superiores de Artes Plásticas Armando Reverón en 2005, Aureliano Parra ha exhibido su obra en diversas galerías y museos de Venezuela, así como de otros países, como Estados Unidos, Ecuador, China y Colombia. Entre los reconocimientos que ha recibido a lo largo de su trayectoria figuran: Mención Honorífica, Salón Jóvenes con FIA 2017; Mención Honorífica en el XXIII Salón de Carúpano, estado Sucre, 2013; Segundo Premio VII, Salón Cantv Jóvenes con FIA, Ateneo de Caracas, 2004; Premio Pintura, Salón Carmelo Fernández, San Felipe, estado Yaracuy, 2005; y Premio Instituto Autónomo de Cultura del Estado Nueva Esparta, Iacene, en la X Bienal Nacional de Escultura Francisco Narváez, Museo de Arte Contemporáneo Francisco Narváez, estado Nueva Esparta, 2005.
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