El sueldo base de los venezolanos no es suficiente para cubrir los gastos de servicio y alimentación. Algunos se ayudan con lo que les envían sus parientes desde el exterior, otros buscaron oficios alternos para rebuscarse
A Carmen Bastidas no le cuadran los números. Aunque las matemáticas nunca fueron su fuerte en el colegio, aprendió a restar bien y sabe que mensualmente sus gastos en casa superan su remuneración mensual.
Carmen vive en Santa Teresa del Tuy, estado Miranda. Es secretaria en una dependencia del gobierno regional y tiene un sueldo base de 230 bolívares que equivalen a 6,3 dólares. A final de mes, también recibe el equivalente a 60 dólares por concepto de bono de Guerra Económica y 40 dólares de cestaticket, de acuerdo con la tasa del Banco Central de Venezuela (BCV) para el momento. En total, Carmen tiene un ingreso de 106,3 dólares, cada 30 días.
Cada mes tiene que pagar 155 bolívares por servicio de agua; 330 bolívares por concepto de energía eléctrica; 680 por servicio telefónico y 580 bolívares por transporte para ir a su trabajo. Todo esto suma 1.745 bolívares que representan, en promedio, 48 dólares.
«El agua la racionan todas las semanas; la luz se va mínimo dos veces casi todos días y, aunque la línea telefónica funciona bien, el Internet de ABA Cantv es intermitente y, cuando falla, la empresa puede demorar hasta cuatro meses en resolver la avería. Esta situación ha obligado a muchas familias a contratar el servicio con empresas privadas que cuestan entre 20 y 50 dólares al mes», indicó.
Yo llegué a comprarme un carro y a viajar todos los años a Margarita con mi sueldo, pero actualmente es imposible
Carmen Bastidas, trabajadora pública
El dinero que le queda a Carmen al descontar de su sueldo los servicios no le alcanza para cubrir sus gastos de alimentación. Ella vive con su hijo de 13 años y un mercado para los dos le puede costar hasta 150 dólares al mes.
«Tengo un hijo en Chile y otro en Perú que me envían remesas cada 30 o 40 días y así es como me mantengo; sin embargo, vivo limitada porque todo está muy caro. La realidad es que con mi sueldo base de seis dólares no cubro ningún gasto», señaló.
Carmen recuerda cuando, hace años, pudo comprar un carro y podía viajar todos los años a Margarita, solo con el sueldo que recibía y destaca: “actualmente es imposible”.
Otra de las consideraciones que hace Carmen es la que se refiere al pago de los bonos que paga el gobierno de Nicolás Maduro. «El problema con los bonos es que no tienen incidencia en el sueldo. Para nosotros como trabajadores lo ideal sería ganar un buen salario y tener una remuneración decente a final de año o cuando nos pagan las vacaciones, como ocurría anteriormente”, señaló al ser entrevistada sobre su presupuesto familiar por El Pitazo.
Tuve que reinventarme para subsistir, sin tener que irme de mi país. Aquí uno se debate entre pagar los servicios o comer
Laura Arguinzones
Hasta 60 dólares
De acuerdo con un estudio del Observatorio de Gasto Público (OGP) de la Organización No Gubernamental (ONG) Cedice Libertad un venezolano requiere hasta 60 dólares para pagar los gastos de energía eléctrica y el servicio de agua.
La investigación, basada en términos de continuidad, cobertura y calidad de los servicios públicos en Venezuela, se realizó en enero de 2024 y participaron 2.300 personas de diez estados del país.
Al menos 75 % de los encuestados por la ONG aseguraron que el suministro de agua es ineficiente, debido al incumplimiento de los esquemas de racionamiento, mientras que 66 % presenta apagones y fallas en el servicio eléctrico.
Servicios de baja calidad
Laura Arguinzones también sufre las consecuencias de los bajos salarios, el alto costo de los servicios y sus recurrentes fallas. La diferencia con la historia de Carmen es que Laura trabaja en una panadería.
Ella está descontenta con su remuneración. Al mes cobra 200 dólares, de los cuales, gasta 85 en servicio. “Mi proveedor de Internet es una empresa privada y con respecto al agua, debo comprarla a camiones cisterna, porque las tuberías pueden estar secas hasta un mes. La realidad es que todos los servicios son de baja calidad”, indicó Arguinzones, quien vive en la urbanización Matalinda de Charallave, estado Miranda.
Arguinzones hace dulces en su casa y vende ropa deportiva a crédito para rebuscarse. “Tuve que reinventarme para subsistir, sin tener que irme de mi país. Aquí uno se debate entre pagar los servicios o comer”, manifestó.
Un estudio del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) revela que el costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) subió 18,6% en enero de 2024, mientras que la Canasta Básica Total (CBT) aumentó un 20,4 %.
Según el INDEC, una familia de cuatro integrantes (dos adultos y dos menores) necesita percibir ingresos superiores a $285.561 para no estar en situación de indigencia y $596.823 para no caer en niveles de pobreza.
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