El bombero Forestal Iván Sánchez murió el lunes 2 de marzo luego de sufrir quemaduras de 2º grado en 40% de su cuerpo mientras apagaba un incendio en el Parque Nacional Henri Pittier, en el estado Aragua, el pasado 28 de enero.
Marlene Sifontes, secretaria de Organización del Sunep-Inparques e integrante del Frente Autónomo de Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato (Fadess), lamentó su muerte.
En la mañana del lunes, familiares y amigos del bombero comenzaron a buscar en farmacias de Aragua una vía central porque la que tenía se había obstruido.
«Los compañeros se movieron por todas partes y no la consiguieron. Lo lamentable es que venía recuperándose, ya sus órganos se estaban deshinchando y había dejado de presentar fiebre», explicó Sifontes.
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Al bombero le habría dado un paro respiratorio, según detallaron familiares y compañeros. Sin embargo, se espera la autopsia para descartar cualquier otra complicación de salud.
«Hacemos responsables a Inparques de la poca atención que recibió de la institución. La alimentación, medicamentos e insumos fueron proporcionados por sus allegados y compañeros», agregó Marlene Sifontes.
El bombero estaba recluido en el Hospital Central de Maracay, en una habitación que se habilitó para pacientes con esta condición, pero sin aire acondicionado (necesario en casos de quemaduras para evitar la proliferación de bacterias). Solo tenía un ventilador y un mosquitero para protegerlo de moscas y zancudos.
Óscar Noguera, médico internista y director de derechos humanos de Médicos Unidos de Venezuela, recordó que en Aragua no hay una sola unidad de quemados. Solo hay dos camas para estos casos que no tienen las condiciones para atender a estos pacientes.
Compañeros y amigos de Sánchez señalan que aunque solo tenía cuatro años como apagafuegos, era un trabajador ejemplar.
En el parque Las Cocuizas, en Maracay, le rendirán homenaje póstumo. Luego será enterrado en Vigirima, en el estado Carabobo, donde residía su familia.
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