San Carlos.– Al menos a diez docentes de Las Vegas, municipio Rómulo Gallegos, estado Cojedes, les suspendieron la bolsa de comida que se vende a través de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), por haber protestado y denunciado las condiciones en las que se encuentran los docentes y los planteles educativos de esa entidad.
Milagros Macero, quien es docente del liceo Creación Juan Ángel Bravo, dijo que este jueves 14 de marzo se concentraron cerca de la iglesia para que se conociera que las instituciones educativas no están en condiciones para recibir a los niños del municipio. «Los niños llegan a la escuela con los uniformes sucios porque no tienen detergente para lavarlos. Llegan con hambre porque no tienen nada que comer en sus casas», declaró a El Pitazo.
Mencionó que en reiteradas ocasiones los estudiantes llegan al plantel enfermos, con fiebre, porque en sus casas tampoco tienen ni una pastilla que darles. «Tenemos niños que vienen con los zapatos rotos porque sus padres no tienen recursos para comprarles unos nuevos», afirmó.
Señaló que ante todos esos problemas decidieron alzar su voz, pues consideran que se comete una injusticia y se violan los derechos de todos los niños. Destacó que también son padres y se enfrentan a esta situación en las casas y en su sitio de trabajo.
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Precisó la docente que en reiteradas ocasiones les han solucionado los problemas a los estudiantes dentro de las posibilidades que tienen los profesores, porque su situación tampoco es la mejor.
Denunciaron amedrentamiento
La docente agregó que no pueden seguir callados ante esta realidad que atraviesan los centros educativos del municipio, y por esa razón salieron con pitos, pancartas y consignas a hacerla pública.
Milagros Macero añadió que al llegar a sus casas se enteraron de que los dirigentes políticos del municipio no les entregaron la bolsa del Clap. «En la comunidad nos dijeron que si queríamos la bolsa que fuéramos a hablar con Joan Montoya, jefe de los Clap».
Aseveró que este tipo de actuaciones lo que persigue es humillarlos. «Este es un mensaje claro de amedrentamiento. Ayer, frente a la protesta, se encontraba Julio Espinoza, quien es el jefe de los colectivos en el municipio, acompañado de otro grupo que nos tomaba fotos y grababa», declaró Macero.
Los docentes afectados expresaron que estas acciones no los intimidan, por lo que se mantendrán en la calle para seguir alzando la voz por sus derechos y los de los niños.
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