Está enfermo y su salud se deteriora por falta de acceso a tratamiento médico adecuado. Privado de libertad en la sede del Sebin en El Helicoide, en Caracas, a más de 800 km de su ciudad de residencia y de su familia
El 2 de julio de 2021, Javier Tarazona fue detenido de manera arbitraria por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). Es el director y fundador de la organización no gubernamental FundaRedes, que opera en el estado Táchira, frontera con Colombia, y que ha denunciado la actuación de grupos armados irregulares en esta zona.
Ese día, Javier Tarazona se encontraba con su hermano, Rafael Tarazona, y otro colaborador de la organización, Omar García, en el estado Falcón; realizaban una serie de capacitaciones.
Los defensores acudieron a la sede de la Fiscalía General de la República en ese estado para denunciar el acoso y seguimientos irregulares de funcionarios del Sebin durante sus actividades.
Esta no era la primera vez que sufrían este tipo de presiones por parte de funcionarios de seguridad, por lo que presentaron una denuncia formal. Después de denunciar, los funcionarios del Sebin los detuvieron en las afueras de la Fiscalía.
Sus familiares y otros miembros de la organización denunciaron su desaparición hasta el día 3 de julio, cuando fueron presentados en un tribunal con competencia especial en terrorismo; les imputaron incitación al odio, traición a la patria y terrorismo.
Días después, el 6 de julio de 2021, el fiscal general, Tarek William Saab, justificó la detención de los activistas argumentando que los informes de FundaRedes “incitaban al odio y comprometían la paz de la República”.
Estas declaraciones estigmatizaron la labor en defensa de derechos humanos y denuncia de los activistas de FundaRedes. En sus declaraciones, el fiscal Saab anunció que el Tribunal Especial Tercero con competencia en terrorismo había emitido una orden de aprehensión.
No obstante, al momento de la detención, los funcionarios no presentaron orden de arresto.
En octubre de 2021, es decir, tres meses después de la detención, Rafael Tarazona y Omar García fueron excarcelados con condiciones y aún siguen procesados penalmente.
FundaRedes ha hecho la denuncia pública de que Javier Tarazona fue sometido a tortura en los momentos iniciales de su detención. Asimismo, sufre de varias afecciones de salud, como hipertensión y diabetes, que han puesto su vida en riesgo debido a las condiciones de reclusión y a la falta de acceso a tratamiento médico adecuado y confiable.
El proceso penal al que son sometidos Javier Tarazona y los otros defensores está plagado de irregularidades, tales como dilación indebida de la investigación, obstaculización de acceso al expediente penal, obstaculización en el ejercicio del derecho a la defensa de los defensores, entre otros.
Además, el caso de Tarazona ha tenido como objetivo intimidar a las personas que defienden derechos humanos en Venezuela y que ven en Javier un ejemplo de criminalización debido a sus labores de activismo en el país.
Sin embargo, la sociedad civil venezolana ha continuado con sus denuncias y labores al exigir derechos humanos para todas las personas en el país.
Actualmente, Javier Tarazona sigue preso en la sede del Sebin en El Helicoide, en Caracas, a más de 800 km de su residencia y de su familia.
Amnistía Internacional considera que Javier Tarazona es un preso de conciencia y debe ser puesto en libertad de manera inmediata e incondicional.
Nota: este trabajo fue publicado el 12 de septiembre de 2023. Javier Tarazona sigue detenido.
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