Estefani, Tomás y Oswaldo son tres tachirenses que vivían hasta 2018 cada uno con un riñón donado. Ahora están en una lista de pacientes en riesgopor la escasez de medicinas para preservar su órgano.
Uno de ellos ya lo perdió y debió volver a la máquina de diálisis. A otro lo ayudan sus hijos con remesas enviadas desde el exterior, y otro sobrevive con donaciones.
Además, enfrentan el cierre de la frontera con Colombia, el sitio más cercano para hallar los tratamientos. De esto se trata la emergencia humanitaria en Venezuela.